Durante los primeros meses de la guerra comenzó su hazaña más significativa: la creación del archivo secreto Óneg Shabat. El nombre significa literalmente «placer del Shabat» y se refiere a una reunión informal dedicada a temas religiosos en la tarde del sábado. El archivo de Emanuel Ringelblum recibió ese nombre porque sus integrantes se reunían secretamente los sábados por la tarde. En sus comienzos, los colaboradores reunían informes y testimonios de judíos que habían llegado al gueto, con el fin de requerir ayuda a las organizaciones asistenciales.
Ringelblum recogía información durante el día y escribía notas durante la noche. Sabía que lo que le estaba sucediendo a los judíos no tenía precedentes, y quería registrarlo para los historiadores futuros. Junto con sus colegas recogió información y escribió artículos sobre ciudades, pueblos, el gueto y el movimiento de resistencia judía. También documentaron la deportación y exterminio del judaísmo polaco. Casi al final de la existencia del gueto, los miembros del grupo enviaron toda la información de que disponían sobre los asesinatos a la resistencia polaca, la que luego la envió de contrabando fuera del país. De este modo, Emanuel Ringelblum contribuyó a denunciar las acciones nazis.
La documentación del Óneg Shabat fue preservada en tres recipientes metálicos para leche. Uno de ellos fue descubierto en 1946 y el segundo en 1950; el restante aún no ha sido localizado. Los materiales de archivo y las crónicas escritas por Emanuel Ringelblum constituyen la más completa y valiosa fuente de información de que disponemos sobre los judíos en Polonia bajo ocupación nazi.
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