Los papeles protagonistas son interpretados por Liam Neeson como Schindler, Ralph Fiennes como el oficial de las SS Amon Göth y Ben Kingsley como el contable judío Itzhak Stern.
Desde 1963 se estaban barajando ideas para recrear en el cine la historia de los llamados Judíos de Schindler. Poldek Pfefferberg, que fue uno de esos judíos, convirtió en su misión vital contar la historia de Schindler. Steven Spielberg se interesó por los hechos después de que Sid Sheinberg, directivo de Universal Pictures, le enviara una reseña crítica sobre El arca de Schindler. La productora Universal compró los derechos de la novela, pero Spielberg, que no se veía preparado para dirigir una historia sobre el Holocausto, trató de pasar el proyecto a otros directores antes de decidirse finalmente a dirigirlo él.
El rodaje de la película tuvo lugar en Cracovia, Polonia, durante 72 días en el año 1993. Spielberg filmó en blanco y negro y le dio un tono documental en busca de conferir realismo a la historia. El director de fotografía Janusz Kaminski quiso dar a las imágenes de la película un sentido atemporal. John Williams compuso la galardonada banda sonora y el violinista Itzhak Perlman interpretó el tema principal.
El estreno de La lista de Schindler se celebró el 30 de noviembre de 1993 en Washington D. C. y el estreno en salas de cine en Estados Unidos el 15 de diciembre. Considerada por muchos como una de las mejores películas en la historia del cine, el filme de Spielberg fue también un éxito de público que recaudó 321,2 millones de dólares en todo el mundo. Fue galardonada con siete premios Óscar, entre ellos mejor película, mejor director, mejor guion adaptado y mejor banda sonora, así como otras muchas distinciones —entre ellos siete BAFTA y tres premios Globo de Oro—. En 2004 la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos la seleccionó para su preservación en el Registro Nacional de Cine y en 2007 el American Film Institute la incluyó en el puesto ocho de su lista de las cien mejores producciones estadounidenses de la historia.
Reparto principal
- Liam Neeson como Oskar Schindler.
- Ben Kingsley como Itzhak Stern.
- Ralph Fiennes como Amon Göth.
- Caroline Goodall como Emilie Schindler.
- Jonathan Sagall como Poldek Pfefferberg.
- Embeth Davidtz como Helen Hirsch.
- Małgorzata Gebel como Wiktoria Klonowska.
- Mark Ivanir como Marcel Goldberg.
- Beatrice Macola como Ingrid.
- Andrzej Seweryn como Julian Scherner.
- Friedrich von Thun como Rolf Czurda.
- Jerzy Nowak como un inversor.
- Norbert Weisser como Albert Hujar.
- Miri Fabian como Chaja Dresner.
- Anna Mucha como Danka Dresner.
- Adi Nitzan como Mila Pfefferberg.
- Piotr Polk como Leo Rosner.
- Rami Heuberger como Joseph Bau.
- Ezra Dagan como el rabino Menasha Lewartow.
- Elina Löwensohn como Diana Reiter.
- Hans-Jörg Assmann como Julius Madritsch.
- Hans-Michael Rehberg como Rudolf Höß.
- Daniel Del Ponte como Josef Mengele.
- Oliwia Dąbrowska como la niña de rojo.
Banda sonora
John Williams, colaborador habitual de Spielberg, escribió la banda sonora original de la película. El compositor quedó asombrado con el filme y pensó que iba a ser un desafío demasiado grande. Le dijo a Spielberg: «Necesitas un compositor mejor que yo para esta película», y el director le contestó «Lo sé. ¡Pero están todos muertos!». Itzhak Perlman interpreta el tema principal al violín. Recordando La lista de Schindler, Perlman dijo que le parecía asombroso lo auténtico que sonaba todo lo que había escrito Williams y que había aceptado participar en cuanto se lo propusieron porque el tema de la película era importante para él como judío y que de esa manera podría contribuir a que la historia se conociera y se sintiera de nuevo.
En la escena en la que los nazis liquidan el gueto suena la canción popular Oyfn Pripetshik —«En la cocina», en yidis: אויפֿן פּריפּעטשיק— cantada por un coro infantil. Era una canción que Spielberg recuerda que le cantaba a menudo su abuela Becky. Los solos de clarinete que también se escuchan en el filme fueron interpretados por Giora Feidman. John Williams ganó el premio Óscar a la mejor banda sonora por La lista de Schindler, su quinta estatuilla.
Temas y simbolismo
La película explora el tema del bien contra el mal y usa a su protagonista como «el buen alemán», un personaje popular en el cine estadounidense. Mientras que Amon Göth es presentado como la maldad personificada, Schindler evoluciona gradualmente de apoyar al nazismo a rescatador y héroe. Asimismo, se introduce otro tema, la redención, cuando Schindler, un empresario con pocos escrúpulos que se mueve en los límites de la respetabilidad, se convierte en una figura paternal responsable de salvar las vidas de más de mil personas.
La niña de rojo
Aunque la película está filmada casi enteramente en blanco y negro, aparece un abrigo de llamativo color rojo que viste una niña durante el brutal desalojo del gueto de Cracovia. Más tarde Schindler ve su cadáver, reconocible por la prenda roja. Spielberg dijo que esa nota de color pretendía simbolizar cómo los miembros del más alto nivel del gobierno de Estados Unidos sabían que el Holocausto estaba ocurriendo y no hicieron nada por evitarlo. «Era tan obvio como una niña vestida con abrigo rojo, caminando calle abajo, y a pesar de ello no se hizo nada, como bombardear las vías férreas alemanas. Nada se hizo para pararlo… la aniquilación de los judíos europeos. Así que ese era mi mensaje al incluir el color en esa escena». Andy Patrizio, de IGN, señala que el momento en el que Schindler ve a esa niña es el instante en el que cambia de punto de vista, «nunca más vería con indiferencia desde su coche el humo y las cenizas de las pilas de cadáveres ardiendo». El profesor André H. Caron, de la Universidad de Montreal, se pregunta si el rojo simboliza «inocencia, esperanza o la sangre roja del pueblo judío siendo sacrificado en el horror del Holocausto».
La niña fue interpretada por la polaca Oliwia Dąbrowska, que tenía tres años cuando rodó la escena. Spielberg le pidió a Dąbrowska que no viera la película hasta que fuera mayor de edad, pero la vio con once años y quedó «horrorizada». Después de revisitar el filme en la edad adulta, se sintió orgullosa de haber participado en ella. Aunque no fue intencionado, el personaje es similar a Roma Ligocka, una niña del gueto de Cracovia que vestía un abrigo rojo y que, a diferencia de la niña de la película, sobrevivió al Holocausto. Después del estreno del largometraje, ella escribió y publicó su propia historia, La niña del abrigo rojo: memorias. Según una entrevista de 2014 a miembros de la familia, la niña del abrigo rojo fue inspirada por la residente de Cracovia Genya Gitel Chil.
Velas
La película comienza con la escena de una familia celebrando el Sabbat. Spielberg dijo que «iniciar la película con el encendido de las velas… Sería enriquecedor, comenzar con una celebración normal del Sabbat antes de que se desaten las atrocidades contra los judíos». Cuando el color de la llama se desvanece en los instantes iniciales, da paso a un mundo en el que el humo simboliza los cuerpos siendo quemados en Auschwitz. Solo al final, cuando Schindler anima a sus trabajadores a celebrar el Sabbat, las imágenes de la llama de la vela recuperan su candor, algo que según Spielberg representa «un destello de color y de esperanza». Sara Horowitz, directora del Centro Koschitzky de Estudios Judíos de la Universidad de York, ve esas velas como un símbolo de los judíos de Europa, asesinados y luego incinerados en los crematorios. Las dos escenas son como un paréntesis de la era nazi, marcan su inicio y su final. Puntualiza que normalmente es la mujer de la casa la que enciende las velas del Sabbat, aunque en la película es el hombre quien las prende demostrando no solo el papel servil de las mujeres, sino también la posición de sumisión de los hombres judíos ante los arios, especialmente Göth y Schindler.
Otros simbolismos
Para Spielberg, la presentación en blanco y negro de la película representaba al propio Holocausto: «El Holocausto fue la vida sin luz. Para mí el símbolo de la vida es el color. Es por ello por lo que un filme sobre el Holocausto debe ser en blanco y negro». El historiador Robert Gellately opina que la película en su conjunto debe ser vista como una metáfora sobre el Holocausto, en la que una violencia esporádica se incrementa en un crescendo de muerte y destrucción. También establece un paralelismo entre la situación de los judíos en el largometraje y el debate en la Alemania nazi entre usarlos como trabajadores esclavos o directamente exterminarlos. Alan Mintz, profesor de Estudios sobre el Holocausto del Seminario Teológico Judío de América en Nueva York, añadió que el agua se usa en la cinta como elemento liberador y pone como ejemplo la escena en la que Schindler riega con una manguera un tren repleto de víctimas que espera su traslado, y también la secuencia de Auschwitz en la que las mujeres reciben una ducha de verdad en lugar de ser gaseadas.
Argumento
En Cracovia, durante la Segunda Guerra Mundial, las tropas alemanas de ocupación han forzado a los judíos polacos a vivir recluidos en un gueto. El empresario Oskar Schindler (Liam Neeson), de etnia alemana y miembro del Partido Nazi, llega a la ciudad decidido a hacer fortuna y comienza por sobornar a diversos oficiales de las fuerzas armadas alemanas y de las SS. Asimismo, adquiere una fábrica para producir menaje esmaltado. Para ayudarlo en la gestión del negocio, contrata a Itzhak Stern (Ben Kingsley), un contable judío que tiene contactos en el mercado negro y en la comunidad local de empresarios hebreos y que le ayuda a financiar la factoría. Schindler mantiene relaciones amistosas con los nazis y disfruta de cierta riqueza y estatus social como «Herr Direktor», mientras Stern se ocupa de la administración. Ambos contratan empleados judíos porque sus sueldos son inferiores por imposición alemana y porque Stern busca salvar a su pueblo de la deportación a los campos de concentración convirtiéndolos en trabajadores esenciales para el esfuerzo de guerra alemán.
El oficial de las SS Amon Göth (Ralph Fiennes) es destinado a Cracovia para supervisar la construcción del campo de concentración de Płaszów y cuando este se ha terminado, ordena la liquidación del gueto judío de la ciudad. Schindler es testigo de la brutalidad de su desalojo, en el que mucha gente es fusilada y asesinada, algo que le afecta profundamente. Se fija particularmente en una niña que viste un abrigo rojo mientras huye de los nazis y cuyo cuerpo sin vida puede ver poco después entre una pila de cadáveres. A pesar de todo, Schindler procura mantener una relación cordial con Göth y las SS, para lo cual se sirve de la adulación y el soborno. El oficial alemán es un hombre sádico que dispensa un trato brutal a su criada Helen Hirsch (Embeth Davidtz) y que gusta de disparar al azar desde el balcón de su villa a los internos de Płaszów. Testigo del horror que le rodea, Schindler decide que en lugar de enriquecerse tratará de salvar el mayor número de vidas judías que le sea posible. Con este empeño de proteger a sus trabajadores, convence a Göth para permitirle construir un subcampo junto a su fábrica.
Cuando los alemanes comienzan a perder la guerra, Göth recibe la orden de enviar a los judíos de Płaszów hacia Auschwitz. Es entonces cuando Schindler le pide llevarse a sus trabajadores a una nueva fábrica de municiones a su localidad natal de Brunnlitz. El oficial accede mediante la entrega de un importante soborno. El empresario y su contable Stern redactan la «lista de Schindler», en la que figuran los nombres de sus 850 empleados, que viajarán a la nueva factoría y de esa manera escaparán de morir en Auschwitz.
Sin embargo, el tren que transporta a las mujeres y los niños acaba por error en Auschwitz-Birkenau. Schindler se ve obligado a sobornar al comandante del campo, Rudolf Höß (Hans-Michael Ehberg), con una bolsa de diamantes para que los libere. Ya en la nueva fábrica, el empresario prohíbe a los soldados de las SS que entren y anima a sus trabajadores judíos a celebrar el día sagrado del Sabbat. Durante los siguientes siete meses, Schindler gasta la mayor parte de su fortuna sobornando a militares alemanes y comprando munición ya terminada de otras empresas, pues se niega a que la fábrica produzca armamento. En 1945 se queda sin dinero, pero para entonces los alemanes han sido derrotados y la guerra en Europa ha acabado.
Como miembro del Partido Nazi con contactos en las altas esferas, Schindler debe huir ante el avance del Ejército Rojo. Los guardias de las SS han recibido la orden de matar a todos los trabajadores judíos, pero el empresario los disuade diciéndoles que pueden regresar con sus familias como hombres, en lugar de como asesinos. Se despide de sus trabajadores y se prepara para partir al oeste con la intención de rendirse a las tropas estadounidenses. Los judíos le entregan un documento en el que explican su papel en la salvación de vidas y un anillo de oro con una inscripción del Talmud: «Quien salva una vida, salva al mundo entero». Schindler se emociona, pero también se avergüenza porque cree que pudo salvar todavía más vidas. Al amanecer del día siguiente, un soldado soviético llega a la fábrica y anuncia a los trabajadores que han sido liberados. Todos parten de inmediato y caminan hasta la localidad más cercana.
Después de unas escenas en la que vemos la ejecución de Amon Göth y una reseña de la vida de Schindler tras la guerra, las imágenes en blanco y negro dejan paso a una escena en color de los auténticos judíos de Schindler rindiendo tributo a su salvador en Jerusalén. Acompañados de los actores que les dan vida en el filme, cada uno deja una piedra sobre la tumba del empresario. En la última escena, el actor Liam Neeson coloca un par de rosas.
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